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Una de las cosas que más adolece la industria de la seguridad electrónica es de Centros de Formación Académica. Salvo algunas empresas locales que hacen grandes esfuerzos por capacitar, aun sin apoyo estatal o gremial; con lo único que contamos en la gran mayoría de ciudades, son con los seminarios o presentaciones de productos que algunos fabricantes, distribuidores o integradores nos ofrecen; claro, debemos entender que lo hacen más con el interés de incentivar sus ventas que con el noble fin de enseñar.
Por esta razón, nuestra industria latinoamericana está llena de técnicos empíricos, asesores comerciales que prometen supersoluciones a costos irrisorios e ingenieros autodidactas que han leído muchos manuales técnicos y han cometido todos los errores del mundo, en su labor de aprendizaje. Resultado: Algunos hemos aprendido, a trancazos, como diría mi abuelo. Sin embargo, todos sabemos que no es lo ideal.
A partir de esta edición y agradeciendo la invitación de mi gran amigo Julián, voy a intentar compartir 19 años de experiencia para que poco a poco vayamos aprendiendo algunos conceptos teóricos y uno que otro truquito, que de seguro nos ayudará a ser mejores profesionales y a brindar más confianza a todos los usuarios.
Para empezar debo confesar, que por algunos años, fui uno de esos ingenieros autodidactas, con 3000 manuales leídos y la firme –pero errada– convicción, de creer que todo lo sabía. Después de mi paso por algunas fábricas norteamericanas, el duro examen para CPP de ASIS, los valiosos consejos del NIST, PMI y algunos estudios de postgrado en la PUJ; me di cuenta de que efectivamente sabía muy poco, realmente tenía una gran cantidad de conocimientos desordenados y muchos vacíos que nadie me iba a cubrir. Decidí crear un plan de capacitación personal, que me permitiera empezar de nuevo, sin perder lo recorrido. Me dediqué al área de consultoría, desde donde podía enfocarme en los detalles técnicos sin perder la visión global y sobretodo sin compromisos comerciales con las fábricas. Hoy en día, el compromiso lo tengo únicamente con el usuario final, buscando la mejor solución beneficio/costo. De esta manera, los últimos 11 años los he pasado aprendiendo de diversas marcas, diseñando e integrando soluciones para edificios inteligentes y logrando sacar el máximo provecho de cada equipo.
Me he dado cuenta que los problemas de nuestra industria tienen varios componentes, en donde la culpa recae en cada uno de los actores (desde las fábricas que se limitan a producir y presionar para que sus ventas suban; pasando por el dealer novato que cree que para aprovechar sus buenos contactos, es suficiente con comprar equipos en Miami; hasta el integrador reconocido, que después de lograr cerrar un buen contrato, sub-contrata a 4 técnicos desconocidos y cree que con un “technical training” de medio día con almuerzo incluido, es suficiente para convertirlos en expertos).
Muchos de los problemas están precisamente en la instalación de los elementos y en esta ocasión me referiré específicamente a algunos factores importantes al respecto.
Inicialmente deberíamos hablar del perfil del personal empleado, sin embargo aclaro, que trataremos el tema con mayor profundidad en otra ocasión. Lo ideal es que sean técnicos profesionales, es decir personas que hayan pasado algunos años (no días) por un instituto técnico en los programas de electrónica, comunicaciones o similar; de tal suerte que tengan claros los conceptos básicos de electricidad. Adicionalmente deben tener conocimientos de computo, no tenerle miedo al idioma ingles, deben tener gusto por las actividades de campo, deben ser ágiles, capaces de subirse a grandes alturas o arrastrarse por sitios donde no se hace limpieza hace muchos años. Deben ser ordenados, responsables y metódicos en su trabajo. Deben llevar el uniforme con orgullo y emplear muy bien los elementos de seguridad industrial. Deben estar dispuestos a aprender todos los días y presentar una cara amable que brinde seguridad, al usuario final. De una adecuada selección del grupo instalador, depende en gran parte el éxito en el proceso de instalación.
Un importante aspecto para garantizar una excelente instalación es dar al técnico las herramientas necesarias y asegurarnos que las saben manejar adecuadamente. La instrumentación adecuada que todo técnico de seguridad electrónica debe portar es:
Para lograr los resultados esperados en un sistema de seguridad electrónica y automatización, se deben seguir varios pasos:
Cuando falla algunos de los pasos, pueden surgir problemas y normalmente el sentimiento de frustración en el propietario de la solución, es elevado, afectando a todo el gremio. Todos los pasos son igual de importantes, pero me voy a referir específicamente al punto 3), en donde considero que está en gran parte el parte de victoria en un sistema electrónicos de seguridad. Las empresas deberían supervisar y hacer todo lo posible por ENSEÑAR a sus técnicos de forma continua la manera adecuada de hacer las labores.
Entre las fallas más comunes encontramos:
Los profesionales de seguridad debemos ser más conscientes de estos y otros muchos errores, que ponen en peligro nuestro prestigio y solo logran sembrar desconfianza en el consumidor. La única forma de solucionarlos es cambiando radicalmente nuestra actitud y aprendiendo de los expertos, mediante programas de capacitación académica como los que ofrece ALAS, que nos enseña los principios teóricos, prácticos y resuelve dudas.
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Gracias por éste articulo. Dios quiera se repita pronto para seguir aprendendo en este inmenso y variante mundo de la seguridad electrónica. Saludos desde Venezuela!