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Cuando hablamos de Seguridad Electrónica, es indiscutible que debemos dar un sitio de privilegio al sistema de CCTV (Closed Circuit TV).
En nuestro medio únicamente grandes compañías o algunos locales comerciales de alto riesgo poseen los equipos adecuados, sin embargo, a nivel mundial las cámaras de seguridad son comunes hasta en las tiendas de barrio y las casetas de economía informal.
La industria de CCTV ha evolucionado vertiginosamente en el último lustro, hasta el punto de que algunos analistas consideran que el futuro de la seguridad electrónica va a estar concentrada en este tipo de equipos en los próximos años.
No hace mucho las cámaras Vidicon eran la última maravilla en seguridad, eran grandes, con un tubo de rayos catódicos como punto central y una serie de componentes electrónicos que analizaban y procesaban la imagen. Normalmente la vida útil de estos elementos no superaba los 2 o 3 años.
Sin embargo, fue el comienzo de una memorable época donde la seguridad electrónica daba sus primeros pasos.
Fue precisamente en los años 50 y 60 cuando la televisión comercial ya estaba plenamente difundida y comercializada, cuando se comenzaron a emplear las cámaras para efectos de seguridad. Aunque en esos años resultaba bastante costoso tener este tipo de equipos era la única forma para extender los ojos del vigilante hasta los sitios de mayor riesgo. En ese entonces, solo las instituciones internacionales de alta seguridad podían tener estas tecnologías.
Poco a poco, con la llegada de los transistores y la miniaturización de los componentes SMD e integración en microchips de alta densidad, las cámaras se convirtieron en un elemento útil, manejable y con precios asequibles.
El primer gran salto fue pasar de la imagen análoga y de baja resolución del Vidicón a las cámaras digitales o CCD (Charge Coupled Device), que emplean un dispositivo tipo grilla con muchos puntos de captura de imagen. El tamaño del dispositivo de captura también se fue disminuyendo, pasando de cámaras de formatos de 1” y ¾” al formato de ½” muy difundido al comienzo de la década de los 90’s. Las cámaras dejaron de ser las monstruosas y pesadas unidades y comenzaron a disminuir su tamaño de una forma acelerada.
Muy pronto el formato mas comercial llegó a ser el de 1/3” y hoy en día se impone el formato de ¼” o 1/6” sin perder resolución ni cantidad de imagen. Los avances de la electrónica y la computación son cada vez aplicados con mayor rapidez en todos los campos.
Los elementos CCD, reyes durante mucho tiempo están siendo desplazados por otras tecnologías como las SIMD, mucho más confiables para procesar el color, de menor tamaño, menor consumo, pero mayor resolución (líneas horizontales) y sensibilidad (mejor comportamiento en niveles bajos de iluminación).
Se comenzó a hablar de cámaras camufladas y escondidas y conozco cámaras completas con resolución y sensibilidad asombrosa que solo ocupan 1 cmt2 por unos milímetros de espesor.
La disminución de costos de los leds de luz IR, revolucionó la industria y se descubrió que por un costo muy bajo podemos ver en la completa oscuridad, que es el espacio natural del delincuente.
Las cámaras llamadas día/noche, por su capacidad de cambiar su circuito generador de imagen y poder ver a color en buenas condiciones de luz y en modo monocromático cuando la luz sea bastante baja, ha hecho que el mercado se incline sobre ellas y los precios bajen.
De la mano con el desarrollo de las cámaras, la industria de CCTV ha avanzado en todos los componentes, accesorios y equipos de control que dan soporte y administran las imágenes captadas.
Los lentes antes toscos y manuales han pasado a compartir protagonismo con las cámaras y deben ir acorde a su miniaturización. De esta forma las técnicas ópticas han debido ser replanteadas y cada día con mayor calidad y precisión podemos sacar el mayor provecho posible a la parte electrónica de la cámara sin distorsionar la imagen. Ya no solo tenemos lentes autoiris (para regular la intensidad de la luz), sino autofoco (para tener una imagen nítida en todo momento). Los lentes vari focales (acercan o alejan la imagen de forma manual) se han convertido en equipo de norma en algunos casos y los lentes zoom (similar a los vari focales pero tele controlados) han aumentado su capacidad óptica hasta tener factores x18 y x40 en situaciones normales. Hoy hay lentes especiales cuando usamos cámaras con luz IR. Las nuevas tendencias nos llevan a poder realizar zoom digital (ampliar y por lo tanto acercar la imagen por procesos electrónicos y no mecánicos) con factores de hasta x256, sin embargo, la nitidez es un problema que no se puede corregir fácilmente, simplemente por falta de mayor información de la imagen real.
Los que dijeron que las cámaras no iban a subir de resolución, estaban equivocados, porque, aunque a simple vista el ojo humano no encuentre diferencia, cuando se hace un zoom digital si hay una diferencia asombrosa.
Quizás algo que no ha cambiado mucho desde hace algún tiempo son las cubiertas y soportes para proteger y fijar las unidades en ambientes interiores o exteriores. Y es comprensible, pues son los accesorios que menor cantidad de dispositivos electrónicos llevan. El desarrollo ha ido de la mano con materiales menos pesados, más duraderos, resistentes y desde luego con los colores y formas curvas, tan de moda en los últimos años. Sin embargo, las nuevas cubiertas para exteriores poseen todo un microsistema de automatización para conservar estable la temperatura en el interior de la cubierta y dar una mayor vida útil a los delicados componentes electrónicos.
En muchas ocasiones, he visto cámaras sin cubierta protectora. Esto es un error, pues el “housing o enclosure” brinda muchas ventajas y cuesta solo unos pesos más: 1. Incrementa el nivel de seguridad; 2. Da una apariencia elegante y homogénea; 3. Protege de ralladuras y desajustes al lente; 4. Facilita su limpieza diaria sin temor a desajustar los componentes; 5. Evita que manos malintencionadas desconecten el lente o alimentación o señal de video; 6. Permite incrementar la vida útil de la cámara.
Accesorios como focos infrarrojos para iluminar en la noche, han sido desplazados por intensificadores, que se colocan entre la cámara y el lente. Estos elementos realizan un procesamiento digital de la imagen y hacen que la cámara capte zonas de completa oscuridad. Sin embargo, durante el día, son dispositivos transparentes.
Tradicionalmente, cuando las cámaras debían ser móviles, se montaban sobre pesados, voluminosos y lentos motores que hacían parecer las cámaras de video como gigantes que espiaban las actividades. Sin embargo, la mayoría de las veces se encontraba en una misma posición (la que prefería el operador de turno). Posteriormente los controladores de motores permitían un paneo automático totalmente predecible por los intrusos, era solo cuestión de esperar a que la cámara girara para cometer los actos delincuenciales, con la seguridad que la cámara volvería a observarlos tan solo 10 o 15 segundos después.
Hoy en día la miniaturización ha contribuido para disminuir el peso y tamaño de las cámaras y esto permite crear motores mucho más rápidos, ágiles y exactos. Se han puesto de moda las cámaras en mini domos de alta velocidad, que permiten giros mas rápidos que 400 grados por segundo. Los motores de paneo, inclinación, zoom, foco y autoiris pueden operar simultáneamente, de tal forma que en menos de medio segundo se puede obtener una imagen nítida de un detalle programado con anterioridad dentro del campo de visión de la cámara.
Este tipo de cámaras han marcado una diferencia drástica por su funcionalidad y excelente relación costo/beneficio. Los mini domos son de tamaño pequeño (15 cmts de diámetro por 20 de alto aprox.) y vienen en unidades compactas que incluyen mecanismos de giro e inclinación, microcámara y lente zoom, cubierta y soporte en la misma unidad, aprovechando de forma eficiente el espacio.
Opciones electrónicas como detección de movimiento, toures, patrones, presets, alarmas, flip electrónico, ajustes de video sofisticados, entre otros, son ya un servicio rutinario en la gran mayoría de modelos.
Pero quizá el avance más significativo en toda la industria de CCTV lo han tendido los equipos de control y administración de imágenes.
Hace apenas unos años solo existían secuenciadores de imágenes, luego nos sorprendieron los divisores de imagen y multiplexores, pasando por las sofisticadas y costosas matrices de video. Hoy todo tiende a concentrarse en las plataformas de cómputo comercial, de tal forma que podemos tener los servicios de secuencias, divisores de imágenes, control de motores, distribución de video y almacenamiento en sistemas comandados por un PC y mover toda la información a través de la red LAN o Intranet que cada empresa tenga…. poco a poco como ha sucedido en otras tecnologías, el control eficiente le corresponde al software y el hardware ha pasado a ocupar el lugar de servir de transmisor de la información para que el cerebro la analice la procese y le dé ordenes…Parece sencillo, sin embargo, para poder llegar a esta integración se han tenido que superar muchos problemas técnicos.
Retomemos rápidamente el tema del control de las cámaras en mini domos, para hacer énfasis en la forma como los controladores avanzados, que hoy nos brinda el mercado, han incorporado muchas de las técnicas que el software moderno nos tiene acostumbrados. De esta forma mediante un pequeño dispositivo similar a una palanca de juegos de video -Joystick- en un teclado con display de cristal líquido, podemos controlar el movimiento de estas supercámaras con gran facilidad. La capacidad de memorizar la posición milimétrica de cada motor permite acceder a diferentes “vistas” de una forma rápida y ágil y en ocasiones una sola cámara móvil puede hacer las veces de hasta 100 cámaras fijas con la precisión y rapidez sorprendente. Estas “vistas” pueden estar enlazadas con situaciones de alarma originadas por elementos externos de seguridad, creando una especie de automatización en el control de las cámaras y brindándole un look de inteligencia a la unidad móvil.
De esta forma cuando alguien abra una puerta, la cámara móvil puede rápidamente dirigirse hacia la puerta y enfocar con precisión la cara de la persona visitante, posteriormente ir abriendo el zoom para tomar una imagen con mayor información del área y después de varios segundos volver al recorrido preprogramado en donde estaba antes de la inesperada visita. Se pueden programar “patrones” de seguridad, que son recorridos manuales de la cámara cambiando el giro, la inclinación o el acercamiento y llamando a este patrón cuando un evento llegue. El sistema puede entonces, automatizar el movimiento de acuerdo con diferentes horarios, a situaciones externas o a por llamado manual cuando el operador lo desee.
Las cámaras en estos domos normalmente son a color, sin embargo, las últimas tecnologías pueden cambiar de forma automática al modo monocromático para ganar resolución sobretodo en horas nocturnas con bajos niveles de iluminación.
Los sistemas avanzados pueden incluso de acuerdo con la zona donde estén observando, informar al operador mediante un pequeño letrero sobrepuesto en la imagen el nombre de la zona por donde está pasando la cámara. Esto es muy útil cuando se tienen muchas cámaras y existen zonas con rasgos parecidos, evitando confusiones. Así mismo se puede bloquear la imagen cuando la cámara pase por ciertas zonas programadas como ciegas.
Todos estos adelantos son solo posibles gracias a la integración de componentes de software y firmware en los equipos de control y su principal objetivo es quitarle el trabajo de buscar imágenes a los operadores. Es garantizarle al operador que, aunque no se mueva, lo que se le presenta en la imagen del monitor principal es la situación de mayor importancia en ese momento.
Cada día los equipos de control se van sofisticando más pero su manejo y operación es cada vez más sencilla, más amigable.
En el centro de control, se encuentran los diferentes equipos que administran las imágenes, y cada vez son mejores los adelantos al respecto.
Los multiplexores o divisores de imágenes permiten mostrar y enviar a la videograbadora las imágenes simultáneas de todas las cámaras, sin importar la visión en el monitor principal.
Estos equipos en algunas ocasiones vienen con detector de movimiento, una característica formidable, que permite alertar cuando la imagen en una cámara (fija) cambió. Esto permite que el operador pueda “descuidar un poco la atención en el monitor” pero se de cuenta cuando un hecho sospechoso esté en curso. Desde luego el sistema no sabe cuando un evento es sospechoso o no, pero cumple con la función de alertar y dejar que esa decisión la tome el vigilante encargado del sistema.
Los monitores pesados de gran tamaño o los innumerables monitores de pequeño tamaño han sido desplazados rápidamente por las pantallas de plasma o LCD comercial que nos brindan buena resolución, brillo y contraste adecuado, tamaños de visualización mucho mejores y ocupan apenas una fracción del espacio viejo en la consola de control. Adicionalmente estas unidades consumen menos potencia y calientan menos el centro de operaciones.
Aquí es importante hacer notar que, si usamos estas nuevas tecnologías, el operador debe estar sentado a una distancia mayor a 3 metros de los monitores, de lo contrario verá una imagen pixelada y borrosa.
Todo el mundo habla hoy en día de la grabación digital, es quizás el detalle más importante después de la tecnología avanzada en cámaras móviles.
Al respecto debemos recordar que ya estamos encadenados al mundo de la informática y las TI (tecnologías de Información). Desde que la DVR apareció en el mercado de forma irreverente y desafiante, las videograbadoras análogas entendieron que era su tiempo de desaparecer de la escena.
Y es que poder almacenar grandes cantidades de información en un PC tiene ventajas innumerables, desde un menor costo hasta la posibilidad de acceso instantáneo y remoto de imágenes sin degradación.
Sin embargo, el ser parte de las TI, también nos trae sus vicios y problemas, como la necesidad de estar actualizando los equipos cada año, o la estandarización de protocolos hechos para datos y no para video. También ocurre que ahora cada fabricante saca su propio algoritmo de compresión de imágenes y se inventa protocolos de transmisión o control, creando una amalgama de soluciones que, si bien hacen que la industria avance tecnológicamente, también se vuelve desordenada e incontrolable por la cantidad tan grande de oferta distinta existente.
Son muchos los compromisos tecnológicos que existen en un DVR, el número de canales, la resolución, la capacidad del disco duro, la capacidad de compresión de imágenes, loas facilidades del software para ajustar todo, la velocidad de grabación, visualización y transmisión, las seguridades que permiten que las imágenes sean inviolables, y muchas características más que son quizás temas de otro artículo.
Sin embargo, deseo recordar que las leyes europeas, asiáticas, norteamericanas y las de algunos países en nuestro medio que siguen su ejemplo; solo aceptan clips de video grabados a resolución VGA en tiempo real, como prueba técnica, es decir que una imagen grabada a resolución CIF a 8 FPS, no se considera válida, aunque en teoría esté claramente identificado el delito.
Y es que hace algunos meses, las imposibilidades técnicas del hardware en los PC no permitían estos requerimientos, sin embargo ya esta barrera está pasada y los DVR de hoy en día son capaces de grabar a mayores velocidades (innecesario) y con mejores calidades.
Por supuesto debemos entender que entre más información tengamos de cada cámara, más espacio en el disco duro necesitaremos, pero esto tampoco es inconveniente, solo basta con ampliar el disco duro, o comprar otro, o colocar uno externo (y conozco actualmente hasta de 3,4 Peta Bytes (3,4 x 1024 x 1024 Gigabytes), cifra que seguramente al cabo de 10 años será ridiculizada por otras mucho mayores. Es la historia de las TI y los avances desbordados e incontrolables de los PC.
Con el aumento de las capacidades en los dispositivos de almacenamiento, se irán incrementando también las velocidades de proceso en el hardware y por lo tanto podremos grabar a mejores resoluciones, que tal similar a los megapíxeles, hoy en día tan difundidos en las cámaras digitales fotográficas.
Esto permitirá realizar zoom digital de grandes proporciones, sin afectar notoriamente para un humano su nitidez.
Pero dejemos que la misma ciencia y su avance nos muestren sus capacidades… todo esto puede pasar en muy poco tiempo.
Por ahora, año 2006, lo interesante es entender que debemos tener la posibilidad de grabar a 30 FPS (video real) cada cámara, que preferiblemente debemos grabar a resolución D1 o VGA, ¿de lo contrario para que usamos entonces cámaras de mejor resolución? Y que debemos tener la capacidad de expandir nuestro disco duro sin temor, en estas aplicaciones, es fácil llegar a lso Tera Bytes y no debe darnos miedo. Es lo normal y entre más necesitemos capacidad, la industria de las TI seguirá aportando mayores avances.
Un problema detectado con facilidad es la abundancia de neófitos vendedores de sistemas de CCTV que no tienen los principios teóricos para entender las situaciones técnicas y mucho menos tienen formación en seguridad. Esto ha llevado a que piensen que, colocando una tarjeta capturadora de video en el PC de nuestra casa, ya se tienen un sistema de seguridad por un costo absurdamente bajo. Hasta regalan el software que controla todo y sirve de DVR.
Sin embargo y con el respeto de los fabricantes de estas tarjetas, debo decirles que esto dista mucho de una DVR pensada para CCTV. El problema no es la tarjeta, ella hace su trabajo, es decir capturar las señales análogas de las cámaras y pasarlas a formato digital, comprimiendo tanto como puedan la información. El inconveniente surge cuando pensamos que nuestra PC está hecha para hacer el trabajo de un servidor.
Recordemos que las DVR deben vivir 24 horas encendidas, deben tener discos duros de altísima transferencia de datos, deben tener redundancia en sus fuentes y procesadores, deben tener circuitos de watchdog, firma de agua, capacidad de grabar una backup de forma muy rápida, puertos de comunicaciones seguros y rápidos, capacidades de expansión de tipo industrial, y podríamos hablar de muchas cosas mas… todo esto no lo tienen nuestra PC de trabajo normal ni una PC de trabajo pesado que conseguimos en el mercado tradicional.
Si realmente queremos un PC que sea concordante con nuestra profesión de seguridad, debemos buscar un servidor de datos de gran envergadura, que seguramente cuesta 10 o 20 veces más que el PC casero.
Por lo tanto, mi recomendación es emplear DVR hechas para CCTV y no tratar de ahorrarnos unos pesos engañando a nuestro cliente y creando problemas riesgosos y no soluciones.
Los softwares que estiman la capacidad del disco duro, muy difundidos entre los fabricantes, son la mejor alternativa para definir la capacidad necesaria dependiendo de el tipo de escena y su actividad. Las hojas de cálculo con los conocimientos adecuados y el sentido común a flor de piel se convierten en una segunda estrategia para conocer con relativa precisión el tamaño adecuado de almacenamiento.
Hoy en día una serie de cámaras, conectadas todas a un DVR multicanal, de buena calidad y diseño es suficiente para reemplazar muchos equipos que usábamos hace algunos años.
La llegada de cámaras de movimiento virtual y zoom digital, así como los avances sofisticados en el software para detección de movimiento y análisis de imágenes, hacen que el mundo de CCTV sea inmensamente rico en oportunidades y que siga mejorando su tecnología a pasos agigantados.
La gente se ha dado cuenta que las cámaras ya no sirven solo para seguridad, sino para control de producción, procesos, confort, control de actividades familiares y lujos bastante excéntricos.
Finalizamos el tema diciendo que la evolución también se ha sentido en los medios de transmisión de señales, en donde el cable coaxial de la mejor calidad ha sido desplazado por un cable UTP de categoría superior (5e o 6), mejorando los procesos de inmunidad al ruido y distancias de transmisión. La fibra óptica incluso ha sido desplazada a un segundo plano en la mayoría de los casos porque he visto soluciones por UTP con enlaces hasta de 12 KM. Y la imagen llega perfecta. Cuando las distancias son mayores o existen condiciones adversas de interferencia la fibra óptica sigue siendo la reina, y finalmente las redes inalámbricas se convierten en la tendencia a seguir, sin embargo, quiero advertir que cualquier información inalámbrica es mas propensa a interferir o simplemente a dañar el canal de comunicación aéreo; por lo tanto siempre será mas segura una línea cableada con supervisión que una inalámbrica.
En próximos artículos hablaremos de la evolución actual del CCTV y de cómo todas estas características están cada vez más al alcance de los mercados populares.
Solo imagine que es la industria de seguridad electrónica, que más ha evolucionado y continuará haciéndolo, hasta mostrarnos que poco a poco puede desplazar a los otros sistemas o complementarlos totalmente.