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Hace algunas semanas, tuve la oportunidad de participar como panelista, en Tecno Edificios (evento internacional, organizado por Latin Press), en donde se tocaba el tema de Comisionamiento o Commissioning para Ingeniería y para certificación LEED (por sus siglas en inglés de Leadership in Energy and Environmental Design).
Allí compartimos ideas y concluimos que el servicio de Comisionamiento puede darse a varios niveles: a) cuando se requiere una supervisión y acompañamiento para lograr una certificación LEED en un proyecto verde, o b) cuando se requiere un servicio más completo y detallado para redes y sistemas de Ingeniería.
En esta ocasión, me voy a referir a este último nivel, por ser un poco más completo y detallado, pero sobre todo porque tiene en cuenta todas las redes electrónicas de una edificación moderna y eficiente; en donde obviamente las redes de seguridad y control ocupan una parte significativa.
Para aclarar y cerrar el tema de LEED, recordemos que allí se supervisan seis (6) áreas que involucran profesionales multidisciplinarios, como arquitectos, urbanistas, bioclimáticos, ingenieros mecánicos, civiles, hidráulicos, eléctricos entre muchos otros; y que su principal objetivo es ahorrar energía y ser amable con nuestro medio ambiente, para que pueda seguir siendo sostenible nuestro planeta. Las actividades de inspección verifican los parámetros y características, enfocados a ganar puntos en la certificación. Es una etapa obligatoria para lograr la certificación LEED.
Por lo tanto, es importante precisar que el servicio de comisionamiento del que vamos a hablar involucra solamente la parte eléctrica y electrónica, en donde el número de disciplinas profesionales son menores, sin embargo, el nivel de detalle y complejidad es mucho mayor. No es obligatorio, pero es altamente recomendable para lograr resultados asombrosos con poco dinero.
Es un servicio cuyo objetivo es garantizar calidad, eficiencia y evitar que el dinero invertido en tecnología se desperdicie. Involucra las actividades de Supervisión, Acompañamiento, Inspección, Verificación, Ajuste, Calibración detallada y Aceptación de algún sistema.
Normalmente debe empezar junto con la etapa de planeación y diseño del recurso tecnológico. Se revisa con detalle si las soluciones planeadas y diseñadas, cumplen con las reales necesidades (y capacidades) de los propietarios del proyecto, de acuerdo a la normatividad local e internacional vigente.
Durante las etapas de adquisición, instalación, montaje, puesta en marcha, configuración y parametrización, se realiza un acompañamiento técnico y mediante inspecciones rutinarias se verifica que todas las actividades se hacen como se han planeado y contratado.
El servicio de comisionamiento aporta mucho al proceso, indicando y controlando con claridad el alcance, costo, tiempo y nivel de calidad que se espera de un sistema. Como está presente en todas las etapas del proyecto, se supone que implícitamente se están controlando las variables necesarias para que el proyecto llegue a su fin adecuadamente, sin sorpresas operativas, sobrecostos y a tiempo.
En la etapa final, -como se explicará más adelante-, se realizan pruebas que deben hacerse en los escenarios de situación normal, alarma, emergencia y falla. Si hay múltiples sistemas, se deben hacer estas mismas pruebas de funcionamiento para cada subsistema en forma autónoma y posteriormente junto con todos los subsistemas involucrados, operando en forma integrada.
Una vez se detecten aspectos por mejorar, es parte fundamental del servicio sugerir y supervisar los ajustes (muchas veces los hace el integrador o contratista, pero en otras ocasiones los hace la misma empresa que hace el commissioning), para garantizar que el desempeño de los sistemas es eficiente. De esta calibración fina y minuciosa, logrando que operen a la perfección, surge el verdadero valor de los sistemas adquiridos.
Una vez se logran pasar todas las pruebas técnicas y funcionales, se supervisa la documentación profesional del proyecto y la capacitación adecuada a las personas responsables a nivel operativo y administrativo.
Cuando el proyecto de tecnología está operando sin inconvenientes y ya se han aclarado los temas de soporte técnico, suministro de repuestos, garantías y mantenimiento, entonces se da la aceptación técnica del sistema y se procede a la liquidación administrativa y legal del proyecto.
Interventoría, Supervisión o Inspección de un contrato. Es un servicio parecido, pero con una complejidad y alcance mucho menor, porque normalmente se contrata solo para la etapa de instalación y se limita a verificar que los términos del contrato a nivel legal y económico, se respeten. Aunque se supone que el profesional supervisor debe ser conocedor del tema, muchas veces no es experto en la materia (sobre todo en las redes electrónicas) y entonces su aporte queda limitado a revisar cronogramas, cantidades y recibir de manera parcial o total, mediante actas que llevan su firma.
Muchas veces se hace una Inspección continua, lo que requiere un profesional de tiempo completo en obra que normalmente se le llama el “ingeniero residente supervisor o de Interventoría”. En ocasiones la supervisión puede ser parcial y solo cuando es especializada aporta realmente al proyecto.
En Latinoamérica, el supervisor tiene fama de ser “el malo de la película” y a veces no aporta con sus comentarios anticipándose a los hechos como debería ser, sino que se limita a castigar o servir de “piedra en el zapato” de muchos contratos. El interventor casi siempre entrega informes de avance y estado del contrato de manera semanal o mensual. Las actas de entrega y los informes de comités, así como sus comunicados y autorizaciones, son sus documentos entregables.
Si el supervisor del contrato estuviera de principio a fin, e hiciera un papel excepcionalmente bueno, podría acercarse mucho a las labores de Commissioning; al fin y al cabo, el supervisor, es el representante directo del propietario del proyecto.
Auditoría. Es un servicio que revisa todo un sistema YA instalado y funcionando. Se hace una inspección general y se usan protocolos de pruebas simples. Determina si el sistema instalado y su funcionamiento, es el adecuado para cada caso. Puede hacerse una auditoría a un sistema nuevo o a uno antiguo. Se acostumbra a contratar una auditoría técnica (puede haber administrativa, legal, contable), cuando hay inconformidad entre el propietario del sistema y el integrador que suministró e instaló. O también por parte del propietario o gerente de un proyecto, cuando hay dudas sobre el funcionamiento deseado y se requiere una opinión imparcial de un tercero. Los documentos entregables son los informes de su gestión, avance y el informe final, en donde casi siempre se incluye un inventario físico y funcional de lo encontrado. El informe también plantea posibles soluciones para los problemas encontrados, aunque no está dentro de su alcance solucionarlos, ni realizar ajustes u optimizar los sistemas y su configuración.
Acompañamiento. Es un servicio que algunos diseñadores ofrecen de manera adicional, para evitar que el proyecto quede “huérfano” durante la fase de construcción. Consiste en asistir ocasionalmente a la obra para Verificar que el integrador contratado está haciendo las labores sugeridas en el diseño. Su labor está simplemente en advertir cuando se pierde el rumbo y asesorar al propietario y/o contratista para que vuelva a encausarse en lo diseñado. Se hacen visitas programadas al finalizar las fases importantes y se deja abierto el “canal de asesoría técnica” para solucionar dudas del contratista o aprobar cambios significativos. Se convierte entonces en una especie de asesor de la Interventoría y de la gerencia general del proyecto, cubriendo los vacíos de información especializada y disminuyendo los costos del proyecto en general. Sin embargo, no tiene responsabilidad en las decisiones de compra, instalado o entregado y mucho menos en el funcionamiento final de los sistemas.
En todo proyecto grande o pequeño, debería existir la labor de supervisión por parte de un tercero, ajeno al diseño, a la venta de equipos y a su instalación. En principio, la actividad la puede hacer el propietario del sistema, siempre y cuando tenga el tiempo, la disposición y el conocimiento especializado del proyecto. Sin embargo, para ser objetivos y realistas, solo en los proyectos grandes e importantes, donde se requiere la integración de varios subsistemas, es vital que haya comisionamiento.
El momento oportuno para contratar es desde el mismo inicio del proyecto. Se hace necesario en la fase de instalación e imprescindible en la fase de recibo de los sistemas. No obstante, la gran mayoría de veces solo se contrata el servicio de comisionamiento, al finalizar las instalaciones para que se ayude a revisar los sistemas y recibirlos contractualmente. Pero muchas veces en esa fase, ya no hay forma de solucionar errores y los sistemas aun calibrados detalladamente, no logran pasar todas las pruebas.
Uno de los pasos más importantes en las labores de comisionamiento consiste en examinar su funcionamiento, una vez se haya finalizado la instalación y configuración. Se utilizan una serie de protocolos de prueba para cada subsistema, que aplican dependiendo de las condiciones de cada instalación. Esta inmensa y detallada lista de chequeo se debe crear para cada instalación y se debe ajustar pensando en cada elemento (pasivo o activo) del sistema. Se deben probar TODOS los elementos y seguir las rutinas que el protocolo de prueba indique. Esta fase puede durar varias semanas, de acuerdo con la cantidad de puntos probados.
Se ensayan los sistemas en cuatro (4) escenarios de operación diferentes:
Se ensayan los sistemas en dos (2) maneras de interactuar diferentes:
Esto nos genera ocho (8) situaciones diferentes para cada dispositivo, que deben ser probadas y verificadas en varios sitios:
El objetivo es lograr que el desempeño de cada elemento, dentro de cada subsistema, sea el mejor posible operando en cualquier escenario.
Le recomiendo que asista a diferentes cursos de capacitación certificados (www.alas-la.org), donde podrá aprender detalles de cada dispositivo y realizar su propio protocolo de pruebas, una herramienta útil para mejorar el desempeño de los sistemas.
Básicamente a cualquier sistema, sin embargo, hablando de redes electrónicas modernas, los podemos dividir en algunas redes electrónicas con más de 30 subsistemas:
Depende de la cantidad de recurso humano calificado que se necesite. Muchas veces un solo profesional no es experto en todas las redes electrónicas, por lo tanto, se requiere de un equipo de trabajo. El valor del servicio va en relación directa con el tiempo del proyecto y con la complejidad y extensión del mismo.
Como referencia, cuando se contrata un servicio completo –iniciando en la fase de planeación y finalizando en la etapa de mantenimiento–; se estima que su valor promedio puede aproximarse al 5%, del valor total del proyecto electrónico. Si se contrata solo la fase de pruebas el valor puede bajar a la mitad.
Debe ser un equipo de Ingenieros (eléctrico, electrónico o similar) certificados, acreditados, con al menos 10 años de experiencia específica en los sistemas a supervisar. Preferiblemente quien dirija el servicio, debe usar alguna metodología de gerencia de proyectos (PMI, Prince2 o similar), para orientar un proceso planificado que tenga en cuenta todas las variables técnicas, administrativas, legales y económicas. Debe ser un profesional integro, competente, dinámico, organizado, con una ética intachable y sobre todo imparcial, para evitar que sus sugerencias se contaminen por el aspecto comercial.
Debe ser un excelente comunicador, que logre de manera amable pero inflexible, que las cosas pasen. Debe lograr que el desempeño del sistema contratado se mejore continuamente (incluso logrando funciones que no fueron diseñadas o contratadas).
El comisionamiento lo debe contratar directamente el propietario del proyecto.
El grupo de profesionales que intervienen en esta etapa, deben tener las herramientas, equipos de prueba, medición, verificación y registro necesarios para cada subsistema.
Cuando un sistema ha sido comisionado y ha pasado todas las pruebas necesarias, está calibrado para evitar al máximo las fallas en la operación esperada. Por lo tanto, se convierte en un proceso de calidad, para que los sistemas electrónicos actuales sean una verdadera herramienta de administración eficiente y buena gestión en seguridad.