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Bogotá, D.C. Colombia
Horario de Trabajo
Lunes a Viernes: 9AM - 6PM
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Los sistemas de Circuito Cerrado de Televisión (CCTV), se han difundido por todos los rincones de nuestro planeta, como los elementos de vigilancia electrónica, más conocidos y odiados por la delincuencia.
Al fin y al cabo, es un sistema altamente disuasivo, que cohíbe a las personas a realizar actos ilícitos o prohibidos. Además, tenemos la posibilidad de grabar la escena y de consultarla cuantas veces sea necesario para reconstruir los hechos y encontrar los culpables. Finalmente, en la actualidad estas imágenes digitales pueden enviarse por los modernos medios de transmisión y poder consultar las escenas de manera remota ya sea en vivo o videos grabados con anterioridad.
El CCTV es la extensión de los ojos de los guardas de seguridad. No hay un órgano de los sentidos humanos que nos de tanta información como el video. Recuerdan esa expresión popular de que “… una imagen vale mas de mil palabras…” y si a esas imágenes les adicionamos audio, nos genera un documento muy completo de investigación y seguridad.
Sin embargo, en varias ocasiones los resultados que nos entregan los equipos de video vigilancia producen un enorme sentimiento de frustración a usuarios finales y guardas de seguridad. Las empresas adquieren los diversos sistemas, -debo admitir, que no son nada económicos-, y se plantea la esperanza que, con la tecnología comprada, realmente estamos protegidos, seguros y descubrimos en el momento de la verdad, es decir, en el momento de reconstruir un siniestro o de revisar una simple grabación para saber si el que entró fue pedro o juan… que las imágenes vistas, no son las deseadas…
El problema es muy grave, sin embargo, es más común de lo que usted imagina. En ocasiones los operadores de equipos y sus supervisores, ya conocen las limitaciones de los sistemas y simplemente desechan la ayuda de esta herramienta, por considerarla inútil a la hora de establecer la verdad. ¿Entonces para que se compró? ¿Por qué nos sentimos engañados?
Como primera medida debo explicar que no podemos pretender ver con una cámara de video lo mismo que vemos con nuestros ojos. Solo para igualar las condiciones a nivel de jerga técnica, decimos que el sentido de la visión humana posee 2 cámaras a color, cada una móvil, con resolución superior a 130 Mega pixels, con alta sensibilidad y con todos los ajustes de color, compensación, rango dinámico y demás características a rangos elevadísimos y súper especiales. Adicionalmente nuestro cerebro interpreta la información de las 2 cámaras y la convierte en una visión tridimensional de excelente calidad, que mezclada con el audio de nuestro sistema auditivo y el resto de los órganos de los sentidos… hace que la experiencia vivida por un humano sea muy diferente a la de una cámara tradicional.
En lo único que nos superan, es en la capacidad de hacer acercamientos ópticos (zoom), ver luz Infrarroja (IR) y en el trabajo continuo 24 horas durante los 365 días del año.
Entonces por favor, NO espere milagros, ni pretenda que una cámara de $40 dólares hagan lo mismo que el sofisticado sistema visual humano. Pero hay otro factor importante que se presenta a la hora de explicar el sentimiento de frustración mencionado, es la falta de profesionalismo en el gremio.
Debo de manera respetuosa pero muy responsable, decir que nuestro gremio de seguridad electrónica, especialmente el orientado a video vigilancia, está inundado de personas incapaces, inexpertas e inescrupulosas que solo se contentan con vender cajas y equipos, sin concentrarse en el uso y real necesidad de cada proyecto. Se que parece terrible y genera desconfianza, pero es la verdad. Permítame explicar el tema.
Como en todo sector comercial, hay empresas malas y buenas. En nuestro caso las buenas empresas, casi siempre cuentan con ingenieros y técnicos con más de 10 años de experiencia, representan marcas de buena calidad (no necesariamente costosas) y poseen la infraestructura para dar respaldo técnico y administrativo sólido.
Esto significa un excelente servicio al cliente, stock de repuestos, atención 24 horas, sus técnicos se identifican por hacer instalaciones estéticas que cumplen todas las normas, se hacen labores de ingeniería que permiten planear y dimensionar los sistemas de manera perfecta, análisis de riesgos que generan criterios de diseño bien empleados, cálculos matemáticos, planos profesionales, trabajan con formatos de seguimiento y procedimientos que aseguran la excelente calidad de la solución propuesta, SIEMPRE pensando en las necesidades y presupuesto del cliente y no tanto en los intereses de la empresa. Sus ingenieros y técnicos están muy bien formados, hacen cuanto curso de capacitación les ofrecen (no solo los gratuitos) y de manera permanente los proyectos en donde participan los ganan, dando buenas utilidades para sus socios y creando una sensación de tranquilidad en sus clientes. ¿Le parece utópico que haya empresas así? La verdad existen pocas… pero en Latinoamérica cada vez hay más…
En el lado opuesto, existen las empresas malas, es decir las que nunca hacen lo anteriormente expuesto, aquellas que piensan que vender de manera masiva es su única meta, sin importar la calidad del producto, ni la calidad del personal que los instala. Son aquellas que se especializan en vender problemas, es decir las que la gran mayoría de clientes les compran una vez y nunca mas vuelven a hacerlo, las empresas que nunca invierten ni tiempo ni dinero en capacitar a su gente, las que creen que un ingeniero lo sabe todo y hasta lo convencen de esto, así que el ingeniero termina por haciendo lo que cree que está bien, para el beneficio de la empresa y no del cliente final. Aquellas que compran lo más barato y lo vende con engaños aprovechándose de la ignorancia del usuario final. Son empresas que viven del “venda y corra” … para otro lado, con el ánimo de evitar demandas. Son las que bien podrían tener un local en “San Andresito” (centro comercial informal y focos de contrabando que existen en Colombia), porque todo el conocimiento técnico lo cubren las frases de las cajas de los equipos que venden. Sus vendedores no analizan, no piensan en las necesidades de los clientes, sino que se empecinan solo en saber cuántas quiere y cuándo las va a pagar.
Obviamente están las empresas del medio, es decir las que ya se dieron cuenta de sus errores (a veces con grandes descalabros técnicos o financieros, y muchos compromisos por cumplir, que las obligan a pensar: en qué fallaron) y quieren ser como las primeras, pero aún no lo logran. En este grupo hay de todo, incluso los “zorros que se disfrazan de caperucita roja”, para continuar con el engaño.
También encontramos las empresas que sin ser malas (de hecho, conozco algunas muy exitosas), vienen de un mercado diferente: el de informática y comunicaciones (TIC); en donde efectivamente se venden cajas y lo que el usuario haga con ellas no les concierne. Es lo que sucede muchas veces, cuando se venden computadores, routers, partes de equipos, monitores, televisores, electrodomésticos, celulares y demás elementos electrónicos cuyo mercado es masivo.
Estas empresas, han visto como las señales de video se transformaron en “unos y ceros”, es decir datos y por lo tanto consideran que una cámara de video o un a tarjeta capturadora de video, es un accesorio más de un PC. Por lo tanto, entraron a venderlas de la misma forma, en una vitrina, sin mucho conocimiento técnico, en donde el elemento que más se vende es simplemente el más barato. No estaban acostumbradas a realizar instalaciones de gran envergadura, por lo tanto, algunas ni siquiera conocen que existen normas al respecto, no conocen de seguridad industrial y por lo tanto hacen lo que pueden… instalan de la peor manera, porque todo es muy barato, venden las peores cámaras porque creen que si no es barata no se vende, usan los peores DVR (videograbadoras digitales), porque de lo contrario la gente no los compra. Y finalmente viven a expensas de lo mas bajo a nivel tecnológico, aquello fabricado en oriente, que se desecha en muchos mercados como el norteamericano o europeo, por no cumplir con los estándares mínimos y que sorpresivamente mediante engaños simples, en nuestro medio se vende como los elementos que están de moda.
¿Comienza a entender ahora, amigo lector, el grado de insatisfacción y frustración de mucha gente, al dejar su seguridad en las manos equivocadas?
Es increíble que, en el sector, existan empresas que comercializan completos Kits de CCTV, que incluyen 4 cámaras IR, con lente y soporte incluido, una tarjeta capturadora y el software en un CD, todo por $250 dólares. Algunos incluso incluyen 30 metros de cable por cada cámara y otros no lo incluyen porque recomiendan que todo sea inalámbrico.
Con todo el respeto, estos no son más que simples juguetes que NO se deben usar en el gremio de seguridad.
Las cámaras, lentes y accesorios, así como los equipos de visualización, administración y grabación de imágenes de video profesionales, son muy diferentes y nunca se comercializan en estos “combos”. Son sistemas de alto rendimiento, hecho para durar 24 horas encendidos durante 7 o más años de manera continua, con características técnicas muy robustas y especiales, con la capacidad de hacer ajustes que permitan sacar el mejor provecho del equipo de acuerdo con las condiciones externas de donde se va a instalar. No son equipos “plug and play”, ni vienen pre-armados con todo incluido (aunque en este sentido hay excepciones). Los equipos profesionales, se arman como un enorme rompecabezas, en donde cada parte se debe escoger cuidadosamente después de una serie de análisis, cálculos y recomendaciones fruto de la experiencia.
Entonces para poder tener sistemas profesionales, se requieren dos cosas: a) Adquirir productos profesionales, no juguetes. Estos por supuesto, no son los mas baratos y b) Realizar un análisis, siguiendo una metodología profesional que calcule matemáticamente las variables y recomiende con lujo de detalle las características técnicas y la manera de integrar todos los dispositivos profesionales comprados en el punto a).
No se deje confundir, la gran mayoría de las personas del gremio, pueden disfrazarse de verdaderos profesionales, cuando en realidad no son sino simples aprendices. Le recomiendo que cada vez que desee tener una instalación de video vigilancia profesional, pregunte por los siguientes aspectos, analice, compare y decida quien está en el grupo de las buenas empresas y quién no:
… y así, podríamos llenar 3 hojas más, con todas las inquietudes y cálculos que se deben resolver antes de escoger un adecuado sistema de CCTV profesional.
Como puede apreciar son muchos lo detalles que se requieren para tener un sistema verdaderamente profesional. Aprenda a diferenciar los juguetes y sepa elegir muy bien a su proveedor de equipos, porque casi siempre usted se va a comprometer en una relación de larga duración.
En las próximas entregas, aprenderemos poco a poco detalles de cada parte de un sistema de CCTV.
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